Mi camino comenzó como el de muchos: queriendo ganar más. Quería salir del ciclo de deudas, del sueldo limitado, de trabajar para otros.
Cuando descubrí el mundo del trading, sentí que había encontrado el camino. Pero me topé con una selva: información dispersa, promesas vacías y precios desorbitados.
Estaba a punto de rendirme cuando un video me llevó a Bitpania. Me llamó la atención que hablaban de trading con respeto, con paciencia, sin fanfarronería. No vendían el sueño, ofrecían el proceso.
Inicié el curso gratuito con cero expectativas y terminé enganchado.
Era claro, humano, bien estructurado.
Por fin entendía términos que antes me parecían extraterrestres.
La plataforma no solo me hablaba del análisis técnico, también del emocional. Y eso me cambió.
Aprendí que el éxito en el trading no se trata solo de saber cuándo entrar o salir del mercado, sino de saber cuándo no hacerlo.
Aprendí a gestionar mi ansiedad, mi euforia, mi necesidad de resultados rápidos.
Hoy sigo construyendo mi camino. Aún no he dejado mi empleo, pero ahora tengo una visión más amplia, más estratégica. Y sobre todo, tengo un plan.
Bitpania no fue la promesa de libertad financiera. Fue la base sólida sobre la cual puedo construirla.